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El ajo negro es antioxidante porque es muy rico en vitamina C y contiene entre 5-7 veces más polifenoles que el ajo blanco. “La ventaja de los antioxidantes es que reducen la acción de los radicales libres, moléculas que favorecen el en envejecimiento prematuro de las células del organismo”

Mejora las defensas

León indica algunas investigaciones in vitro e in vivo indican que el ajo potencia el sistema inmunitario, en concreto, aumenta la proliferación de linfocitos (un tipo de glóbulos blancos que luchan contra las infecciones) y del interferón gamma.

Prevención contra algunos tipos de cáncer

Por último, la portavoz de Addinma, especifica que, aunque aún es pronto para sacar conclusiones y los estudios se han realizado principalmente con animales, “parece que la compleja y completa composición del ajo modula la actividad de ciertas enzimas oxidativas y repara el ADN previniendo el daño cromosómico, por lo que podría prevenir algunos tipos de cánceres como el de colon, mama o el gástrico”.
Aunque el ajo negro tiene muchos beneficios, Escalada recuerda que las personas intolerantes al ajo blanco también lo son al negro, y que debe evitarse su consumo en aquellas personas que tengan problemas de coagulación o que vayan a pasar por quirófano.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/6″ offset=»vc_hidden-sm vc_hidden-xs»][/vc_column][/vc_row]